Moreno, mejores playas

Esta playa es un gran lugar para visitar con tus seres queridos, incluyendo tus amigos peludos. Es seguro visitarla durante la mañana y la tarde, y no está demasiado concurrida. El ambiente es pacífico y acogedor, con arena dorada que añade encanto en general.

La playa es absolutamente impresionante con sus impresionantes vistas al atardecer y el sonido relajante de las olas rompiendo en la costa. Vale la pena mencionar que la playa ofrece entrada pública gratuita, lo cual es una gran ventaja. En general, un lugar de visita obligada para cualquier persona que busque una experiencia de playa serena y pintoresca.

Desafortunadamente, la experiencia en la playa fue empañada por una gran desventaja. La única opción de cerveza era la Brahma en lata, a un precio elevado de 6,00 o 7,00 dependiendo del vendedor. Si bien el pescado fresco fue un punto destacado, era prudente ser cauteloso con los precios. El baño público femenino fue un desastre, con los lunes siendo particularmente malos debido al día libre de la persona de limpieza. El piso cubierto de arena era un lodo, y la única consolación era la disponibilidad de agua para el lavado y el lavado de manos. A pesar de algunos aspectos positivos, la experiencia general estuvo lejos de ser satisfactoria.

Si buscas una playa tranquila y apartada, probablemente tendrás que sacrificar la comodidad de una ubicación turística. Esta playa en particular, situada frente a la Iglesia de los Milagros, es un ejemplo perfecto de un lugar así. A pesar de pasar por allí numerosas veces, nunca he presenciado la playa invadida por sombrillas y similares, lo que crea una experiencia pacífica y auténtica. Además, hay un encantador bar local cerca para refrescos.

La costa bañada por el sol era todo un espectáculo, con una variedad de carpas de playa ofreciendo precios que no romperán el banco. Casi parecía como si la arena y el mar nos estuvieran llamando, invitándonos a absorber las buenas vibras y disfrutar de las dulces ofertas. Basta decir que nos fuimos sintiéndonos como unos bandidos.