El complejo turístico está muy sobrevalorado, lo visité en 2015. Hay un total de 11 villas privadas, la mayoría de las cuales tienen asientos al aire libre. El interior de las villas es bastante antiguo y necesita una actualización. Por la noche, encontrarás muchos insectos en la villa, por lo que es necesario rociar repelente de insectos. El baño es bonito, pero el área del inodoro está desactualizada y no cumple con altos estándares. La piscina de la villa es circular y no muy acogedora.
Solo hay un mayordomo asignado para servir a tu villa y no hay otro personal disponible para ayudarte, por lo que puede ser difícil obtener lo que deseas rápidamente. La comida es básica y ofrecen un menú fijo diario, por lo que no es posible pedir lo que deseas. Una vez pedí langosta y tardaron dos días en entregarla. La selección de vinos se limita a una sola marca de vino tinto y blanco, y es muy básica. No hay variedad para elegir a menos que estés dispuesto a gastar más dinero para comprar en la bodega. La piscina principal es bastante pequeña y está ubicada cerca de una colina, por lo que no recibe mucho sol.
Las principales atracciones del complejo son las dos pequeñas montañas que se pueden recorrer en 40 minutos y las cuatro hermosas playas. Sin embargo, puedes encontrar experiencias similares en otras islas como Prislan u otras islas privadas que son más asequibles o accesibles en paseos en bote.
Teniendo en cuenta lo que recibes a cambio, este complejo es ridículamente caro. Cobran por persona en lugar de por habitación, lo que equivale a aproximadamente $2500 por individuo. Las imágenes del complejo son muy engañosas, ya que no es tan glamoroso como parece una vez que llegas.
